El gobernador, José Alperovich, considera que el problema del desabastecimiento de combustibles se agrava porque los propios automovilistas generan faltantes al demandar más nafta y gasoil de lo que realmente necesitan.

"Lo que sé es que toda la gente, como hay escasez, quiere cargar más. Pero hay combustibles en las estaciones de servicio. Lo que pasa es que esto se va transformando en un circulo vicioso, porque cada uno quiere llenar el tanque por miedo a quedarse sin combustible. Pero veo que hacen cola, pero hay", señaló el mandatario.

Reconoció que no habló sobre el problema con las autoridades nacionales, y aclaró que se trata de una situación que se repite en todo el país. "En Buenos Aires recorrí y había colas. En Santa Fe y Córdoba pasa lo mismo. No es que sólo pasa en Tucumán", remarcó.

Ayer continuó el calvario de automovilistas y motociclistas tucumanos para conseguir un cupo de nafta. A los dueños de autos se les expende entre $ 50 y $ 100 por vehículo, para lo cual en algunos casos hay que hacer fila durante horas. Los estacioneros aseguran que despachan todo lo que tienen, y que los stocks no duran ni una jornada. De esta manera, se ven obligados a esperar la llegada de camiones con combustibles en forma permanente.

En cuanto al turismo, se confirmó que hay una contracción del arribo de visitantes a la provincia a causa de la escasez de combustibles.

El presidente de la Cámara de Turismo de Tucumán, Federico Lanati, comentó que analizó la situación con el titular de la Cámara de Comerciantes del Petróleo, Gas y Afines (Capega), Gustavo Sanz, quien le aseguró que llega combustible a la provincia, pero no da abasto debido a la inquietud permanente de los automovilistas de llenar el tanque. Dijo que el problema impacta en el turismo en la provincia, ya que la gente tiene temor de salir de vacaciones sin la certeza de que podrá abastecerse normalmente de combustibles.